domingo, 14 de abril de 2013

El hechizo


He recorrido océanos de tiempo para encontrarte. Me despojé de mi inmortalidad para adentrarme en tu mundo, y no me reconociste. Yo te presentí, como se respira la tierra húmeda antes de que llegue la lluvia. Fue  un hechizo de luna el que cruzó nuestras palabras y atrapó tu mirada.
Al fin alzaste los ojos y me encontraste  esperando tu voz, tu sonrisa... Y respondiste embrujado, demandando deseos jamás imaginados de aventura, vértigos y placer. Así me hallaste, tramposa y bruja, reclamando afectos en tu ciega necesidad y yo, ignorante de la naturaleza humana, vencida a los reclamos de la piel y los sueños. Eras tú entregado. Anestesiado de conjuros. Pero eras mío.
Maldigo el instante en que fui tentada por la humanidad  de mis ojos y de mis manos, que aprendieron a adorarte. Te creí libre para sujetar tu vida a la mía sin más armas que el corazón encendido. Pero al final del día, evaporado el veneno,  tus ojos ya no me vieron y me devolviste a las sombras del olvido.
Inspirada en la frase de El Cuentacuentos: "He recorrido océanos de tiempo para encontrarte."