jueves, 5 de enero de 2017

Inocencia

La chiquillería de la casa espera impaciente la visita de los Magos de Oriente, aunque este año el pequeño Miguel aguarda lleno de incertidumbre.
Todo es revuelo y risas al llegar sus Majestades. Cuando el niño se sienta sobre las piernas de Melchor, se acurruca en su regazo y mete la nariz bajo la barba para aspirar su olor. El corazón le palpita a gran velocidad porque su duda se ha disipado. Lleno de emoción, sabe que tendrá que guardar el secreto frente a sus hermanos menores.
No puede contarles, aún, que papá es un Rey Mago.