Ella sueña despierta. El latido lo ensordece todo. Más fuerte que
el ritmo agitado del vagón. Pasea sus pensamientos sobre la imagen estática de
su rostro. La única foto que le ha enviado. Hoy, las palabras compartidas sobre
el papel cobrarán vida en el brillo de sus ojos.
Él espera. Sus pies al borde de la huida. Su corazón ausente
en aquella estación bulliciosa. Pronto encontrará su sonrisa en unos labios que
solo imaginó entre líneas. ¿Pero cómo reconocer su alma, esta vez desnuda de
palabras? Eso ya no importa. Ella ha bajado del tren. Lo está mirando.
"V Certamen de relatos breves de Renfe"