domingo, 26 de mayo de 2013

El pozo de los deseos


El único lugar pintoresco del pueblo era una plazoleta con un pozo en el centro. Un día, el alcalde mandó ponerle un nombre. Entonces, visitantes e ilusos dejaban caer monedas cargadas de sueños. Aquel fue el primer año que el edil se fue al Caribe.


2 comentarios:

  1. Me gusta este personaje que llegó dónde llegó por ser el más listo del pueblo. ;)))

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Trevi no sé ya cuantas veces ha ido al Caribe :)

    Pero me quedo siempre con la ilusión de quien cree que los sueños pueden cumplirse.

    Un abrazo

    ResponderEliminar