domingo, 9 de junio de 2013

Cruzando la línea

       
La curiosidad dibujó, bajo mis pies descalzos, una frágil línea de puntos suspensivos. Caminé sobre ella, y me dejó al borde de un abismo. Aquí espera mi universo circular, impenetrable y silencioso, que soples tu hechizo sobre él como cada noche. Acercarás tu espacio al mío y vestirás la magia de ingenio. 
            Así penetras en mi círculo, enredando las palabras en mi pelo y dejándolas caer por mi espalda. Un susurro sin voz que despierta mi mente inquieta, ávida de respuestas. Presiento tu vértigo atado al mío. No mires abajo.  Solo una promesa cuando logres cruzar a este lado. Dime que detendrás el tiempo para mí, que hallaremos un refugio donde dormir el miedo y despertar los sueños.
En esta pausa infinita besaré tu boca invisible, y tú acariciarás unas manos imaginadas tras las palabras que escribo. Por la grieta que abrió el destino, caerán uno a uno los prejuicios y me haré tangible a tu deseo. Así me contemplarás, desnuda de ataduras y con las alas desplegadas. Entonces, por primera vez, escucharé tu voz.