¿Recuerdas el día en que bañaste a tu muñeca de cartón? Su cuerpo se hinchó y tu mamá te compró otra mucho más bonita. El agua está templada; ya puedes meterlo. Cuando el bebé deje de llorar, será el momento de decirles que tú lo que querías era una hermanita. Así las dos tendremos lo que deseábamos para jugar.
Ganador del III Certamen de Microrrelatos Fantásticos y de Terror de Sants.
Qué miedito daaaaaaa!!!!
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