Se desliza el alma en la húmeda espesura, en el juego del tiempo muerto y la mente esquiva. Entra en este jardín secreto, de caminos y veredas dormidas. Este es el lugar donde trepan los sueños y se enredan los silencios de madreselvas y orquídeas. Ven al jardín de las mil palabras y la lengua muda; en su fresca penumbra te espero, sueño y vivo.
Llegó al poder
queriendo comerse el mundo. Sació su apetito con todos los placeres inventados.
Se alimentó del desaliento ajeno. Al final le falló un órgano vital: su corazón
murió de inanición.
Son ya muchos los que padecen y perecen de ese mal. Nunca me lo había planteado como un problema de alimentación, pero tienes razón: si no vigilamos nuestro corazón , al final no importa lo que consigamos en la vida. Sobre todo si está vacía.
Y no es por desearlo a quienes la causaron enriqueciéndose con el dinero de los demás,pero....no les vendría mal una dieta, que tienen las cuentas muy gordas! :)
Son ya muchos los que padecen y perecen de ese mal. Nunca me lo había planteado como un problema de alimentación, pero tienes razón: si no vigilamos nuestro corazón , al final no importa lo que consigamos en la vida. Sobre todo si está vacía.
ResponderEliminarEs una reflexión estupenda. Y además muy bien planteada
ResponderEliminarMe parece un final fantástico para esta crisis!
ResponderEliminarY no es por desearlo a quienes la causaron enriqueciéndose con el dinero de los demás,pero....no les vendría mal una dieta, que tienen las cuentas muy gordas! :)
Un abrazo!
Espectacular relato... Eso si, nos empeñamos en ponerlo a dieta muchas veces y sobrevive a base de lechuga y agua...
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