Se desliza el alma en la húmeda espesura, en el juego del tiempo muerto y la mente esquiva. Entra en este jardín secreto, de caminos y veredas dormidas. Este es el lugar donde trepan los sueños y se enredan los silencios de madreselvas y orquídeas. Ven al jardín de las mil palabras y la lengua muda; en su fresca penumbra te espero, sueño y vivo.
¡Enhorabuena por esa antología, María!
ResponderEliminarLos aforismos suelen ser verdades irrefutables, este tuyo, sin duda, lo es. Además que es muy visual.
A por más reconocimientos.