Se desliza el alma en la húmeda espesura, en el juego del tiempo muerto y la mente esquiva. Entra en este jardín secreto, de caminos y veredas dormidas. Este es el lugar donde trepan los sueños y se enredan los silencios de madreselvas y orquídeas. Ven al jardín de las mil palabras y la lengua muda; en su fresca penumbra te espero, sueño y vivo.
La
Parca planeó una noche sobre nuestro hogar y se llevó a mi pequeña junto con
sus llantos. Su oscura sombra también debió alcanzar al viejo cuco que
dormitaba en el reloj. Nunca más se sucedieron las horas.
Me ha costado encontrar esta mina de letras —lo he logrado gracias a este estremecedor micro—. Voy a comenzar a explotarla ahora mismo. Parece que no se agotará jamás.
Me ha costado encontrar esta mina de letras —lo he logrado gracias a este estremecedor micro—. Voy a comenzar a explotarla ahora mismo. Parece que no se agotará jamás.
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