miércoles, 24 de febrero de 2016

Armonía


        Cuando llegamos a casa del abuelo, lo encontramos ojeando sus libros de ciencia. Papá le mostró entusiasmado la bombilla en la que llevaba tanto tiempo trabajando. Una maravilla que jamás agotaría su capacidad de dar luz. Con veneración, la colocaron en la lámpara y la encendieron. Ambos ingenieros sonreían.
En el exterior, un rayo atravesó la tormenta provocando un apagón. El abuelo prendió entonces una vela y nos quedamos en silencio, contemplando cómo se iba consumiendo. Aquel día descubrí que la naturaleza, a veces, necesita poner al ser humano en su sitio. «Puro equilibrio», como solían decir ellos.

1 comentario:

  1. Se nos olvidan las definiciones: La Ciencia estudia a la Naturaleza. La Tecnología aplica ese conocimiento para uso humano. Los ingenieros, como técnicos que somos, no debemos olvidar el origen de ese conocimiento. lo digo y lo repito como un abuelo cebolleta: Ingeniero no viene de ingenio, sino de ingenuo. Si lo sabré yo...

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