En aquel paseo mojado, bajo un aguacero de otoño,
mantuvimos prudentes la distancia y sujetamos el deseo silencioso. Hartos
de empaparnos de lluvia y miradas, nos resguardamos en aquella librería de
Triana. ¿Recuerdas? Un trueno en la oscura tarde, y un apagón en el rincón de
los cuentos. Como en un juego sin testigos, nuestros labios se buscaron. ¿Quién
robó el beso a quién? Aún me lo estoy
preguntando.
Realmente bonito........
ResponderEliminarLlegué a tu rincón desde "Sueños a Contraluz" de Sara, y has conseguido que siempre me de un paseo por aquí cada vez que lo hago por el blog de Sara.
Como ves no ha dejado de ser un jardín secreto para muchos, pero me alegro de que un desconocido pueda pasearse y disfrutar en él. Siempre eres bienvenido....
ResponderEliminarProcuraré no hacer mucho ruido al pisar las hojas secas de tu jardín en mis visitas furtivas. Gracias por no echar la llave ;)
ResponderEliminarPienso que en el amor no hay robos.
ResponderEliminarHay ofertas más fáciles o difíciles. Depende del local.
Pero en la entrada de un librería, sólo puede ser una epopeia a la vida.
Pido disculpa, por mi español ser muy malo.
En más de 20 años vacacionales ahí en el Mediterrâneo, fue lo que aprendí.
Saudações del "vecino" (país)