Se desliza el alma en la húmeda espesura, en el juego del tiempo muerto y la mente esquiva. Entra en este jardín secreto, de caminos y veredas dormidas. Este es el lugar donde trepan los sueños y se enredan los silencios de madreselvas y orquídeas. Ven al jardín de las mil palabras y la lengua muda; en su fresca penumbra te espero, sueño y vivo.
El árbol de la sabiduría perdió todas
sus hojas, y los libros abandonados quedaron reducidos a cenizas. Pero, cuando
el olvido amenazaba con transformar en desierto el último templo, llegó él. Y
comenzó la siembra.
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