Fue
campana de bronce en lo alto de una espadaña, y cañón pirata surcando océanos.
Caldero de latón de una bruja, y cerradura de mil puertas intrigantes. Pero
apeló a su antigüedad y exigió volver a ser puro. Ahora el cobre vive a
oscuras, llevando una vida «corriente».
Magnífico, María. Muy poético, descriptivo a la vez, ingenioso... ¡Lo tiene todo! ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarLa verdad es que es original de narices. ;)
ResponderEliminar