—¡Rebanadle el
pescuezo! —gritó Garfio a la pobre Alicia. La chica se giró sorprendida al
comprobar que la reina de corazones había desaparecido y que, en su lugar,
había un pirata mal encarado.
Mientras, Peter no lograba comprender por qué Su
Majestad estaba empeñada en hacer rodar su cabeza. Pese a todo, Daniel
terminó de colocar las hojas que se habían desprendido de su libro de cuentos.
Obviamente, todas las decapitaciones le parecían iguales.
Veo que Lorea ha dejado este verano la puerta abierta de su jardín , un lugar fresco y de lo más apetecible.Esta vez me ha sorprendido gratamente dejando para los osados intrusos pequeños retales de su notable agudeza. Geniales micros: inteligentes, originales y llenos de intención, como todo lo que escribes. No dejas de sorprender María. Esta historia derrocha imaginación y te ha dejado un precioso relato. Dame tiempo y me pasearé por todos ellos. No lo dejes....
ResponderEliminarNo se pueden juntar churras con merinas jajaja. Ahora dándome cuenta de esto, la de historias que habremos cruzado sin darnos cuenta y la de líos que se habrán hecho los personajes...
ResponderEliminarPor alguna extraña razón me gustaría conocer todos esos cruces. Puede ser interesante. Vivir otras vidas, probar otros nombres jajaja.