martes, 24 de julio de 2012

El origen del ego masculino

Afrodita llevó al joven mortal hasta su lecho, donde solía devorar la voluntad de los hombres, y se inundó de placeres jamás probados. Al despertar, lejos de encontrarlo a su lado, halló un pergamino con una oda a sus encantos y un escueto "ya te llamaré".

1 comentario:

  1. Jajaja, este me ha hecho reír, hasta a la propia Afrodita pueden pasarle este tipo de cosas, le tocó uno que sale corriendo.

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