lunes, 23 de mayo de 2022

Impronta

 


Mi madre devora cualquier libro que cae en sus manos. La observo masticar despacito, y al tragar pone la misma cara que yo al comer helado.

Unas veces, las frases se quedan atrapadas entre sus dientes y se desprenden de forma inesperada en medio de alguna conversación. Otras, las letras caen como migajas sobre su falda, y las recojo para guardarlas en mis bolsillos. A escondidas las reúno sobre mi escritorio, y hago una macedonia de palabras nuevas que me deja un delicioso sabor de boca.

 De mayor quiero alimentar así mis pensamientos. Nunca he conocido a una persona más fuerte que ella.


2 comentarios:

  1. ¡Qué original! Enhorabuena, es todo creatividad.
    SAludos.

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  2. Por fin has vuelto a permitir los comentarios en tu blog. No sé si se te habrá pasado y ha sido un descuido, pero voy a aprovecharlo para decirte que sigues escribiendo verdaderas maravillas, María.

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