La
bruma vomita desde las profundidades al «Holandés», que emerge ondeando velas
oscuras como la muerte y un cascarón tan quebrado que deja pasar las mareas.
Cuentan que un pacto con el diablo condenó a su tripulación a navegar
eternamente, y que arrastra en su maldición a los navíos que lo avistan.
Solo
el océano sabe que sus hombres perecieron la misma noche que nació su leyenda.
Fueron devorados por un ejército de sirenas que en cada tempestad mantienen a
flote sus entrañas de astillas. Y, tras atraer a embarcaciones temerarias con
su reclamo, siguen alimentándose de carne humana ansiando su mortalidad.
Microrrelato para Esta Noche Te Cuento.
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