Podía percibir
cualquier cosa a través de sus sentidos multiplicada por diez, pero no llegar a
comprender ninguna. Sentía un calor doloroso bajo la superficie que destruía
parte de su cuerpo, un lugar que habría de ser suave y templado. No sabía por
qué ardía aquel lugar de bosque verde y fuerte que con tanto cuidado había
alentado a crecer.
Más allá de sus
dominios pudo sentir que el aire se calentaba, devorando feroz el frío
hielo de sus polos, y rasgaba en mil pedazos su helada piel, morada de auroras
y glaciares. Quiso detener aquella sensación que escapaba a su control; gritar
desesperada por la boca de un volcán, pero nadie la escuchó. Elevó sus manos en
gigantes olas que enfriaran su manto, pero nadie vio su corazón pidiendo
ayuda. Quebró su ser en un escalofrío intenso, que abrió grietas perpetuas y
heridas en su rostro, pero nadie descubrió su angustia.
Solo al final de los
tiempos supieron de su agonía. Pero ya era tarde. Madre Tierra ya había muerto.
De la frase de El Cuentacuentos:
"Podía percibir cualquier cosa a través de sus sentidos multiplicada por
diez, pero no llegar a comprender ninguna."
Publicado con el título “Alea iacta
est” en la Antología Otoño-Invierno de Diversidad Literaria.
Es la primera vez que entro por aquí. Bienvenida al mundo de los cuentos, espero que te guste el camino.
ResponderEliminarOriginal relato. En el final de los días igual esta historia salga a la luz, sabiendo todos lo que pasará si no se hace nada para que cambie.
saludines
Pues bienvenida Jara a este jardín que es tu casa. Nos vemos de blog en blog.
ResponderEliminarMuy bonito Merisuri, imagen incluida! Es un relato que transmite mucha fuerza y que los de Greenpeace querrían plagiarte para sus campañas. Si la tierra hablase quizás no se molestaría en soltar esas frases tan poéticas que salen de tu pluma, lo que podría hacer es abrir una grieta y tragarnos, por irresponsables y abusones… reciclarnos a nosotros.
ResponderEliminarEso es lo que el pobre planeta intenta decir a base de erupciones volcánicas, tsunamis y terremotos.... Parece que no nos damos por aludidos...
ResponderEliminarNuestra entrañable esfera azul. Parece sentir nuestras agresiones y no comprender nada, pero creo que no es ella la que debe comprender, sino el ser humano que para eso posee el entendimiento, bueno eso cree la Tierra :)
ResponderEliminarOjalá tu mensaje no caiga en saco roto, es que no poseemos otro planeta.
Impactante relato!
Vaya vaya, los cuenta cuentos no paramos de ganar en calidad con los viajeros de la travesía eh?
ResponderEliminarEstremecedor relato, propio de la torre del caos si me lo permites ajjajaja
Un saludo
Te lo permito chico perdido. Me estoy metiendo en otros huertos que no son lo mío... pero resultan igual de gratificantes. ya iré aprendiendo.
ResponderEliminarMuy cortita, pero directa. Espero que no pase así, sinceramente.
ResponderEliminarBesos.
Juan Luis Galan