jueves, 17 de septiembre de 2015

El tatuaje




Del poderoso hechizo de la mandrágora me habla esta mágica planta que se dibuja en su piel. Lamo las hojas que se yerguen frescas sobre sus pechos y se despierta mi voracidad en el palpitar narcótico de sus gemidos. Es hambre de su carne la que empapa mi boca con la savia que prometen sus labios, y el veneno de su cuerpo se inyecta en la yema de los dedos haciendo arder mis manos en el descenso.
Oscilan las raíces indelebles en la curva de sus caderas y se adentran serpenteantes entre sus muslos. Muerdo febril, una y otra vez, la manzana del amor, condenando al exilio la razón en pos del placer más sublime. Ella jadea apremiando la deconstrucción del mortal fruto, en perfecta armonía con mis movimientos. El éxtasis lleva a término la poción.
Mas ni ella resultó ser tal bruja, ni yo tan inocente víctima.

Seleccionado y publicado en la II Antología de Relatos Eróticos de la Editorial Talento Comunicación.

1 comentario: