lunes, 3 de mayo de 2021

Los mejores amigos

 


Hemos aceptado a su amigo invisible como un miembro más de la familia. Parece que eso ha tranquilizado a nuestra Eva, y también al niño sin nombre. Ahora ya no la regañamos cuando habla sola, ni rompe juguetes para culparlo a él y llamar la atención. Como nos indicó la psicóloga, nuestra preocupación desaparecería al entender que es una etapa pasajera.

Pero esta noche la he descubierto llorando a escondidas. Dice que odia que se oville en nuestra cama y nos dé un beso en la mano; que nunca le gustó, y que ya venía con la casa nueva.


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