Se desliza el alma en la húmeda espesura, en el juego del tiempo muerto y la mente esquiva. Entra en este jardín secreto, de caminos y veredas dormidas. Este es el lugar donde trepan los sueños y se enredan los silencios de madreselvas y orquídeas. Ven al jardín de las mil palabras y la lengua muda; en su fresca penumbra te espero, sueño y vivo.
María, las guerras no traen nunca nada bueno y si a esto le sumamos que parece que es la guerra definitiva, aún menos... Sensacional cómo has recreado el ambiente.
María, las guerras no traen nunca nada bueno y si a esto le sumamos que parece que es la guerra definitiva, aún menos... Sensacional cómo has recreado el ambiente.
ResponderEliminarSaludos.