miércoles, 24 de febrero de 2016

Armonía


        Cuando llegamos a casa del abuelo, lo encontramos ojeando sus libros de ciencia. Papá le mostró entusiasmado la bombilla en la que llevaba tanto tiempo trabajando. Una maravilla que jamás agotaría su capacidad de dar luz. Con veneración, la colocaron en la lámpara y la encendieron. Ambos ingenieros sonreían.
En el exterior, un rayo atravesó la tormenta provocando un apagón. El abuelo prendió entonces una vela y nos quedamos en silencio, contemplando cómo se iba consumiendo. Aquel día descubrí que la naturaleza, a veces, necesita poner al ser humano en su sitio. «Puro equilibrio», como solían decir ellos.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Abandonados


       Se alzan impasibles los cipreses, mientras el olvido lame las piedras y convierte en ruinas los muros del cementerio. Ya no tañen las campanas a réquiem, y las lápidas duermen anónimas bajo el polvo. Tras la cancela, vagan las almas en pena llamando a sus seres queridos.
Chirrían las bisagras que anuncian compañía, mas solo es el viento; el mismo que apagó las velas tiempo atrás. Los vivos partieron del pueblo en busca de un porvenir, y se llevaron en las maletas los recuerdos, dejando a sus muertos en el camposanto.
Nadie les fue a avisar.