viernes, 10 de septiembre de 2010

Vértigo...( en 69 palabras)

      
       
Tras mil chocolates para combatir la piel erizada cada vez que nos rozábamos, ya no fui capaz de tomar otra taza con él. Miré dónde colocar el libro en un rincón de la estantería. Entró en el aula, ya vacía, para susurrarme al oído: —Definitivamente, se acabó el chocolate…

Presionó su cuerpo sobre el mío, y me hizo girar con sus manos. Su boca devoró la mía; después… vértigo.

1 comentario:

  1. Yo siempre he pensado que lo del sustitutivo era un cuento chino que se inventaron los que estaban a dos velas para consolarse... porque yo sólo noto el efecto en las cartucheras jajjajaajja

    Me ha encantado el estilo que has conseguido para contarlo XDD

    ResponderEliminar