domingo, 15 de julio de 2012

Baile de páginas

—¡Rebanadle  el pescuezo! —gritó Garfio a la pobre Alicia. La chica se giró sorprendida al comprobar que la reina de corazones había desaparecido y que, en su lugar, había un pirata mal encarado. 
Mientras, Peter no lograba comprender por qué Su Majestad estaba empeñada en hacer rodar su cabeza. Pese a todo, Daniel terminó de colocar las hojas que se habían desprendido de su libro de cuentos. 
Obviamente, todas las decapitaciones le parecían iguales.

2 comentarios:

  1. Veo que Lorea ha dejado este verano la puerta abierta de su jardín , un lugar fresco y de lo más apetecible.Esta vez me ha sorprendido gratamente dejando para los osados intrusos pequeños retales de su notable agudeza. Geniales micros: inteligentes, originales y llenos de intención, como todo lo que escribes. No dejas de sorprender María. Esta historia derrocha imaginación y te ha dejado un precioso relato. Dame tiempo y me pasearé por todos ellos. No lo dejes....

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  2. No se pueden juntar churras con merinas jajaja. Ahora dándome cuenta de esto, la de historias que habremos cruzado sin darnos cuenta y la de líos que se habrán hecho los personajes...

    Por alguna extraña razón me gustaría conocer todos esos cruces. Puede ser interesante. Vivir otras vidas, probar otros nombres jajaja.

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