martes, 3 de junio de 2014

Somos mentira




Esta noche destilo libertad bajo una máscara escarlata. Quisiera saber si acudirás a nuestra cita. Te descubro, al fin, tras tu antifaz, buscándome en medio del bullicio y, cuando tu mirada me alcanza, sonríes. De nuevo juntos, tocándonos con sagrada devoción, como hace justo un año. Cede mi cuerpo a la firmeza de tus brazos mientras bailamos. En medio del gentío puedo escuchar tus palabras, aun siendo un susurro en mi oído.
Tiemblo; hace tanto que nadie me hablaba así... Me pregunto dónde estuviste cuando las afiladas garras del tiempo arañaban mis días. Tú silencias mis pensamientos con un beso. Rendida al placer de tus caricias, sigo uno a uno el misterio de tus pasos, hasta llegar al refugio de nuestro último encuentro.  Piel con piel, deshacemos en amor tan larga espera, para aguardar después, como ausentes, la despedida.
Al amanecer, descubro nuestras máscaras sobre la almohada. Silenciosa, salgo en tu busca y te encuentro, como siempre, sentado junto a la mesa de la cocina, leyendo el periódico. Saludo, y tú me respondes con desgana, apenas sin mirarme. «No importa», me digo mientras me dispongo a prepararte el desayuno. Solo queda un año para que regrese el Carnaval.


2 comentarios:

  1. Máscaras, desayuno, gentío de la Quinta Av. el mundo de Holly. Breakfast at Tiffany's

    Muy buen relato!

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  2. María, a veces la magia no es suficiente para romper con las rutinas, aunque mientras dura su efecto, nadie se queja.

    Buena prosa y muy bien hilvanada.

    Saludos.

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