sábado, 30 de enero de 2016

Granjero busca esposa



   Hombre cabal y trabajador donde los hubiera, solo ansiaba compartir su vida con la mujer acertada, aunque esta viniera sin blanca. Los requisitos indispensables eran, como cabía esperar, buena mano para el manejo de las bestias  y destreza en la recolección de frutas. 
Cuando ella le mostró sus habilidades femeninas en el huerto, él se puso como un «miura» y consiguieron, con dos embestidas, echar abajo todas las peras del árbol. Superó con creces sus expectativas.
Ya no le importó demasiado que intentara ordeñar a «Sobrao», confundiéndolo con una vaca.

1 comentario:

  1. María, un microrrelato de dobles sentidos que te arranca una sonrisa con cada nueva imagen que presenta. El final es grandioso.

    Fabuloso.

    Plas, plas!!

    ResponderEliminar