martes, 8 de noviembre de 2016

Proyecto Eva




Un corazón de lana y acero comenzó a latir rítmicamente. Había sido diseñado para que nadie pudiera romperlo jamás: una madeja de emociones cubierta de una coraza inexpugnable. Pero, al primer flechazo, el interior prendió en llamas y la combustión lo convirtió en una caldera.

Adán sucumbió a manos de la máquina más sofisticada, y el ingeniero jefe nunca pudo solucionar su efecto letal.

Los hombres siguen ardiendo como la hojarasca al tocarla en la oscuridad.

1 comentario:

  1. Soy un desastre ;) . Sólo por éste debería haberte conocido.

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