jueves, 17 de noviembre de 2016

Reciclaje



      Manuela, que era muy piadosa, había optado por seguir las nuevas directrices de la Iglesia. Cogió a su Antonio, que llevaba quince años sobre la tele, y esparció sus cenizas por el altar. El lunes, cuando volviera a limpiar a la parroquia, lo regresaría a casa, como Dios manda.

1 comentario:

  1. Éste fue uno de los que más críptico me pareció —y me sigue pareciendo—, aunque está, eso sí, genialmente escrito.

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