viernes, 5 de diciembre de 2014

Pobre diablo








Cada día mudas tu piel de azufre y escamas, y adquieres forma humana. Convertido en maestro, exhalas tu ancestral sabiduría henchida de experiencia, y murmuras que convertirás mi cuerpo virgen en un pecado para los mortales. Modelas así mi ingenio, mi alma y la cadencia de mis pasos. Contemplas, satisfecho, la voluptuosa tentación que es ahora discípula.
Al fin, rendida al placer, dejo sumisa que goces de tu obra. Cuando tu lengua bífida prueba mi néctar, ya es demasiado tarde para ti. Sonrío, maliciosa. 

Seleccionado y publicado en la Antología del II Concurso de Microrrelatos Eróticos, de la editorial  Ediciones de Letras. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario